sábado, 20 de diciembre de 2014

El servidor con una visión clara



‘Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad sino la del que me envió’ (Jn.6:38).
Y sucedió que cuando se cumplían los días de su ascensión, El, con determinación, afirmó su rostro para ir a Jerusalén (Lc.9:51).